01
Sep
2023

Crónica de los festejos del Día de la Abogacía 2023

Así saludó la Presidenta del Colegio a los participantes de la celebración del Abogado/a 2023: ..."Es inconcebible que en el fuero de especial tutela, estemos hablando de fechas de vistas de causa para el año 2025. Es inaceptable. Es vergonzoso"..."Es crucial que el Poder judicial recepte para siempre que la ley de honorarios es de orden público" ... ”los justiciables de nuestro departamento judicial desde Vicente López hasta Pilar merecen jueces probos, formados, comprometidos, empáticos, y diligentes. No nos conformamos con menos". Discurso completo. Imágenes.

Crónica de los festejos del "Día de las abogadas y abogados 2023"

 

 

  • Viernes 1 de septiembre de 2023

Catedral de San Isidro, liturgia y homenaje
El viernes 1 de septiembre, los abogados y las abogadas de San Isidro nos reunimos en la sede de Martín y Omar, para celebrar nuestro día.

Para comenzar el punto de encuentro fue en la Catedral de San Isidro, participando de la celebración de la Santa Misa en acción de gracias, donde en primer término fueron recordados los colegas recientemente fallecidos. 

Nuevos matriculados

Al mediodía, prestaron juramento los Dres.Coronel, Lautaro Gabriel -  Lucini, Ramiro - Mazzeo, Gonzalo y Míguez, Carlos María.  El juramento fue presidido por el Sr. Vice Presidente Dr. Luciano Zorrilla acompañado  por los Dres. Juan Formaro (Tesorero) y Florencia Stero (Prosecretaria).

 

Mensaje de la Presidenta del Colegio

En el Salón de Actos, -colmado de colegas- y también en el parque del Colegio, fue  escuchado a continuación el mensaje de la Dra. Guillermina Soria quien dió la bienvenida saludando a los presentes:

                     "Muy buenos días colegas, me resulta grato saludarlos hoy y que nos acompañen para celebrar nuestro día. Como sabemos, nosotros las y los abogados tenemos un privilegio, porque la abogacía es una vocación que trasciende la mera profesión. 

Sin embargo ese privilegio viene de la mano de una cuota mayor de responsabilidad, ya que de nosotros depende amplificar la voz de aquellos que reclaman ser escuchados.

Somos parte de un entramado esencial de nuestra sociedad:

Somos guardianes de la justicia; defensores de los derechos, y además somos una pieza fundamental en el estado de derecho y en la defensa de las instituciones.

Pensaba cuando redactaba estas líneas lo fructífera que ha sido esta democracia que recuperamos hace 40 años y que hoy valoramos y celebramos. 

En estas décadas fuimos testigos, y artífices de grandes transformaciones en nuestra sociedad

Desde aquel 10 de diciembre de 1983, hemos abogado por la igualdad, por la equidad y por la justicia en momentos en que el mundo está en constante cambio.

Asistimos a reformas estructurales en el derecho de familia, desde la ley de patria potestad que nos dio a las mujeres derechos sobre nuestros hijos,  pasando por la ley de divorcio que nos llevó a romper con el statu quo poniendo en jaque creencias y tradiciones, para luego con el tiempo abrir de nuevo el debate, abolir prejuicios, y allá lejos en una madrugada interminable, al fin la ley de  matrimonio igualitario.

Con ella abrimos el espacio para recorrer el camino del reconocimiento de derechos de identidad de género,   de la  fertilización asistida, la reforma al código civil y comercial, el reconocimiento de otras formas de familia, monoparentales,  concubinato, de pactar sobre los bienes… o la compensación económica y sus múltiples dolores de cabeza entre la caducidad y sus cómputos, además de tantas otras reformas que vendrán en esta materia.

De igual modo en estos años, la reforma de nuestra constitución nacional que incorporó los tratados internacionales claves para la evolución en materia de derechos humanos y derechos de las mujeres, niños y niñas, reconociendo los derechos de los consumidores y la defensa del medio ambiente, dándole al decir de Gargarella, una segunda alma a nuestra Carta Magna.

Modernizamos la ley de contrato de trabajo, la de defensa del consumidor, ampliamos las formas societarias, como otras tantas leyes que inciden en nuestro quehacer profesional. Aprendimos a resolver los conflictos mediante el uso de métodos alternativos,  como la mediación y el arbitraje y nos volvimos expertos en el uso de la tecnología para operar en nuestros expedientes digitales. (Algunos menos expertos que otros, solo hablo por mi!)

Peticionamos por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y sin temor marchamos una y otra vez y protestamos, cuando creímos que era la forma de ampliar derechos, de protegernos frente a la violencia o de salvaguardar lo obtenido.

Supimos alzar la voz ante hechos aberrantes, pusimos en el tapete público injusticias del sistema, a veces incluso adelantándonos con nuestros pedidos a las reformas legislativas, otras esperando pacientes que los reclamos maduren en una sociedad expectante.

Pero no todo fue bueno en estos años, debimos enfrentar también incontables crisis económicas, y procurar los créditos de los ciudadanos, una y otra vez.

El rodrigazo, la mil cincuenta, el plan primavera, el 2001, el corralito, los amparos, las hipotecas, las liquidaciones con Cer,  y etc etc etc. Hoy, nuevamente con una crisis económica con niveles de inflación que resultan alarmantes y que licuan los créditos de los justiciables y  nuestros honorarios sin que pareciera que el poder judicial tomara cabal conciencia de ello al someternos a  la aplicación por parte de los tribunales de tasas de interés regresivas que licuan los créditos que  distorsionan la idea de reparación.

La crisis del fuero laboral en la Provincia, potencia ese resultado indeseado.

La enorme cantidad de vacantes son el caldo de cultivo para esa distorsión. Urge que  el Poder ejecutivo y el Senado asuman la responsabilidad, dejando de lado intereses partidarios, terminen el proceso de designación de magistrados que desde el Consejo de la Magistratura provincial, ya hace meses propusimos para todos los departamentos judiciales.

Es inconcebible que en el fuero de especial tutela, estemos hablando de fechas de vistas de causa para el año 2025. Es inaceptable. Es vergonzoso.

En nuestro departamento judicial el tribunal de trabajo 7 con asiento en Pilar, nos tiene abocados al análisis de las irregularidades que observamos y la deficiente administración de justicia que advertimos. No vamos a dudar en denunciar ante la Corte provincial y al Jurado de Enjuiciamiento esas deficiencias y faltas.

Tampoco escapan a nuestro conocimiento y especial atención la gran cantidad de vacantes en el fuero penal, jueces, fiscales y defensores, todos ellos esenciales, cuando se trata de dirimir cuestiones que atañen ni más ni menos que a la libertad de las personas, o a la protección de sus bienes, o el derecho de la víctimas.

Trabajo todos los días en pos de resolverlo.

Es crucial que el Poder judicial recepte para siempre que la ley de honorarios es de orden público,  que debe ser respetada, ya que nuestros emolumentos no solo hacen a nuestra dignidad profesional, tienen carácter alimentario,  sino que además su incumplimiento atenta contra la integridad y sustentabilidad de nuestro sistema previsional.

Lo sabemos y lo decimos, sin honorarios dignos no hay abogados y sin abogados y abogadas no hay justicia.

Los jueces, pero también los funcionarios que aspiren a ser magistrados deben saber que tomamos con mucha responsabilidad la selección de magistrados para nuestro departamento judicial.

Queremos tener una justicia independiente, pero también valiente, capaz de sortear los desafíos que se avizoran, capaces de administrar correctamente justicia, porque los justiciables de nuestro departamento judicial desde Vicente López hasta Pilar merecen jueces probos, formados, comprometidos, empáticos, y diligentes. No nos conformamos con menos.

Nuestra sociedad sigue cambiando, y nosotros, como abogadas y abogados, debemos adaptarnos constantemente para garantizar que nuestras leyes sigan siendo relevantes y efectivas y para ello debemos formarnos, estudiar y pensar. En el Colegio, en nuestros institutos y comisiones se dan esos espacios de formación y debate,

Las nuevas problemáticas requieren nuevas soluciones legales, los delitos informáticos, la implicancia de la inteligencia artificial, y sus riesgos o ventajas, el grooming, el bullyng, el phishing, el lavado de activos, entre otras cuestiones imponen mirar hacia el futuro.

El mundo interconectado, híbrido,  y en constante cambio, requiere de nosotros entrenamientos y nuevas habilidades para analizar, interpretar y aplicar la ley. Ello   es esencial para mantener la integridad de nuestro sistema legal.

Como a medida que las leyes evolucionan, también lo hacen nuestras responsabilidades, debemos asegurarnos de que estamos a la altura para continuar siendo guardianes de la justicia en un entorno en constante transformación.

 

Déjenme contarles que estoy inmensamente orgullosa de ser presidenta de este Colegio de Abogados, que día a dia me esfuerzo para que esta, nuestra casa, nos albergue a todos, nos devuelva servicios de calidad, con un área académica de vanguardia, un trato cordial, eficaz y franco por parte de los empleados.

Transitamos tiempos difíciles, y el futuro se avizora complejo y con muchas dificultades, pero tengo para mí la convicción de que los problemas de la abogacía se resuelven con más colegiación: es por eso que trabajamos todos los días.

Déjenme por último agradecer a mis compañeros de Consejo, y muy especialmente al personal del colegio que todos los días trabaja para que la institución funcione tan bien como lo hace y cómo ustedes nos reconocen día a día.

Muchas gracias. Feliz festejo. A disfrutar.